Me encantaría no saber nada de nadie
no saber más nada, incluso de mí
y saber todo sobre vos
dónde vas y qué haces en las mañanas
mirarte adormecida por la ventana
fijarme en tu mirada
Cansa imaginar mi nariz sobre la tuya
irrita tu querer desde allí arriba
tu desinterés y tus absurdas preguntas
no, no tengo nada para contar
porque todo sos vos, siempre
y nunca, nunca estás acá